En la crónica posterior a la huelga general feminista del 8 de marzo de 2018 se hacía una síntesis de la histórica jornada diciendo que “El denominador común de esta jornada, junto con la masiva afluencia de mujeres y de hombres, fue que el sonido de las reivindicaciones, los gritos y la voz eran enteramente de mujer. Esto no es un recurso retórico. Es que era así. Los hombres asumieron el papel de acompañantes en una manifestación cuyo protagonismo era el de las mujeres.”
Un año después se hace más necesario todavía volver a llenar las calles con la voz de las mujeres y paralizar los tajos. La realidad que se ha dibujado durante este último año así lo aconsejan ya que, ante el avance que supuso el pasado 8 de marzo, las fuerzas reaccionarias han actuado y toman posiciones (Bolsonaro, Vox, Casado and Cía, y Trump, abejorro presente en todo el discurso antifeminista de la extrema derecha.)
Izquierda Unida de Castilla y León estará presente y activa en esta nueva jornada de lucha. Así se hizo el año pasado y así se hará este también.
Los derechos se consiguen luchando, se mantienen también con la misma intensidad de lucha y se avanza en ellos y se desarrollan con más lucha todavía.
