IUCyL-Equo convergencia por Castilla y León insta al ejecutivo autonómico a la elaboración de un Libro Blanco de los recursos Fitogenéticos de Castilla y León, que ponga en valor su importancia y reconozca los derechos de los agricultores.
La iniciativa, recogida en una Proposición No de Ley, pretende constituir una herramienta que reconozca la importancia de la variedad genética y su relación con la seguridad alimentaria, la necesaria sostenibilidad ambiental, mitigar los efectos del cambio climático, proporcionar identidad cultural ligada al territorio y la gastronomía, eliminar trabas reglamentarias, garantizar información y recomendar las mayores y mejores vías de financiación y/o inversión para el fomento de la recuperación de especies autóctonas y la agricultura ecológica.
El procurador de IUCyL-Equo convergencia por Castilla y León, José Sarrión considera que “una contribución más a la mejora de las posibilidades de desarrollo del medio rural, debe ser la de remover los obstáculos que permitan el cultivo tradicional de especies locales, fomentando así la comercialización de semillas y la cultura de la soberanía alimentaria”.
En Castilla y León, el Programa de Desarrollo Rural 2.014 – 2.020, presenta un profundo estudio de la realidad del medio rural de la Comunidad y múltiples medidas para recuperarlo. “Sin embargo la velocidad a la que se deteriora el medio rural es mayor que la velocidad a la que se va desarrollando dicho Programa”. La despoblación y el envejecimiento avanzan más deprisa que las medidas hasta 2.020 para recuperar una vida digna en los pueblos de Castilla y León, apunta el procurador.
La estructura productiva de la Comunidad, el porcentaje de producción de la actividad agraria y el sector agrario, señala Sarrión, constituyen una posibilidad más para mejorar esta situación y poner en valor nuestra capacidad agrícola, mediante la conservación de la biodiversidad a través de la protección de los recursos fitogenéticos y el fomento de la agricultura ecológica.
Por ello, concluye el procurador, es necesario poner en marcha herramientas que permitan preservar el patrimonio genético agrícola de la Comunidad desde el privilegio de ser el territorio más extenso de la UE con capacidad para la producción agraria, generando valor añadido a sus productos y fijando población en el medio rural a través de la creación de empleo sostenible.