La eurodiputada de Izquierda Unida Paloma López ha criticado duramente al Partido Popular Europeo (PPE) por evitar, con su voto contrario ayer en la comisión de Empleo, a que el Parlamento Europeo (PE) elabore un código de buenas prácticas y responsabilidad social corporativa que evite que se repitan situaciones como el desmantelamiento de la fábrica de Puertas Norma en San Leonardo de Yagüe (Soria).
El conflicto se remonta a 2012, cuando la empresa, perteneciente al grupo estadounidense Jeld Wen, aplicó un ERE de extinción en su planta de esa provincia de León, aduciendo que no era rentable. El proceso de insolvencia se consideró poco transparente ya que todo apuntó a que, en realidad, lo que había hecho la multinacional era vaciar la filial ahogando su producción para trasladarla a otro sitio. Como consecuencia, los casi 600 trabajadores de la planta fueron despedidos. La situación para la comarca fue devastadora ya que se trata de una zona muy poco diversificada.
Tras reunirse con los trabajadores afectados, López impulsó una pregunta oral en la comisión de Empleo para tratar de que la Eurocámara aceptara elaborar unas normas claras que impidieran que casos como este se pudieran volver a repetir. La votación se produjo ayer por la tarde y terminó con 23 votos a favor, tres abstenciones y 23 en contra, de los representantes del PPE, lo que ha provocado que esta iniciativa no vaya a llegar al pleno.
“Es lamentable que el PPE bloquee cualquier acción para evitar que se repita una situación como la que se vivió con Puertas Norma. Si no quieren escuchar a los trabajadores ahora, deberán hacerlo ante la revisión de la legislación de insolvencia, porque rente a las maniobras financieras de las grandes compañías, lo que debe preservarse es la continuidad de la producción y los derechos de los trabajadores”, ha dicho López.
Entre otras medidas, la eurodiputada proponía a la Comisión Europea (CE) incluir en la definición que da sobre la Responsabilidad Social Corporativa “el respeto a los principios y derechos fundamentales especificados en la Carta Social Europea y a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo”.
Asimismo, preguntaba su disposición a que los productos lleven un ‘sello social’, que garantice que la empresa que los fabrica respeta los derechos de los trabajadores. Por último, instaba a la CE a crear un marco regulador que incluya el diálogo con los trabajadores de aquellas empresas que lleven a cabo procesos de restructuración de sus plantillas.
López ha reclamado así a la CE “la implementación de mecanismos que aseguren la continuidad del tejido productivo en las empresas”. “Son necesarios los compromisos vinculantes para que otras empresas o los propios trabajadores puedan seguir gestionando las plantas cuando una multinacional abandona un territorio”, ha apuntado.
Pese al voto de ayer, la eurodiputada se ha comprometido a “seguir apoyando las peticiones de los sindicatos para que las multinacionales sean responsable ante sus trabajadores y ante sus territorios”.