Izquierda Unida, desde su irrenunciable compromiso con la educación pública, ha venido desarrollando durante los últimos años una intensa campaña contra la LOMCE y contra los recortes educativos por entender que suponen un ataque frontal a la educación pública que promueve un modelo educativo inclusivo, laico y democrático que garantice el derecho de todos y todas a una educación de calidad en condiciones de igualdad.
Por ello, Izquierda Unida se une al conjunto de la comunidad educativa que exige la reversión de los recortes en educación, que han supuesto pasar de 53.375 millones de euros invertidos en 2009 a 46.000 en 2014, es decir, del 5% a solo el 4,1% del PIB (8.000 millones menos) frente a un 6,2% de media europea, situándonos en el puesto 25 de los 35 países de la OCDE. En resumen, durante este saqueo llamado crisis los gobiernos han reducido uno de cada cinco euros (20,3%) el gasto por estudiante en la educación pública no universitaria.
Con las últimas políticas realizadas por sucesivos gobiernos en materia educativa, estamos sufriendo un fuerte deterioro a todos los niveles, cada vez con menos profesorado y en peores condiciones laborales, donde el material escolar se ha convertido en un lujo, las becas de transporte se están recortando hasta su desaparición y las familias se endeudan para poder costearse los estudios de sus hijos/as.
Este proceso también se da en las universidades públicas, donde en los dos últimos años el precio final de la matricula se ha encarecido un 66% de media. Se ha llegado a un punto en el que el primer curso de la carrera más barata costara? 1620€, y repitiendo asignatura, se necesita pagar hasta cinco veces más. Si a esto añadimos que la financiación pública de las universidades ha supuesto una caída en el período de 2010 a 2014 por importe de 1.213 millones de euros. Y el recorte en los gastos de personal ha supuesto una disminución de 7.500 empleos públicos y que los recortes en la financiación para la investigación han sido significativos desde el año 2008 con una media del 24,6%. Estamos ante el desmantelamiento de las Universidades Públicas.
Por otro lado, el estudiantado de FP se ha visto afectado por el aumento de las tasas: una FP de grado superior cuesta 480€, y una de grado medio entre 120€ y 220€ de media. Además, encontramos las nuevas tasas de la PAU que suponen una barrera económica más para acceder a la educación superior.
Cada vez parece más evidente que la crisis es una excusa más para privatizar y desmantelar el sistema público educativo, pues mientras se rescatan bancos, se recorta en algo tan imprescindible como el derecho a la educación. Por ello esta huelga también reivindica la derogación de la LOMCE, que prosigue implantándose, pese a haber sido rechazada por la gran mayoría de la comunidad educativa y por el Congreso de los Diputados en diversas ocasiones.
Hay sobradas razones para que Izquierda Unida impulse y participe activamente en la esta huelga general y unitaria convocada por todos los sectores de la comunidad educativa el 9 de marzo y apoyada por los sindicatos CCOO, UGT, CGT y STES; los Movimientos de Renovación Pedagógica; la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa); el Sindicato de Estudiantes (SE); la Federación de Asociaciones de Estudiantes Progresistas (Faest); Estudiantes en Movimiento y el Frente de Estudiantes.