Jesús Cruz, miembro de la organización Stop Uranio ha ido hoy a declarar en el Juzgado de Ciudad Rodrigo debido a la querella por injurias que le ha interpuesto Berkeley Minera España S.L. Si el Juez que archivó la querella de Stop Uranio contra el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Retortillo en la anterior legislatura, por beneficiarse personalmente de la instalación de la mina, decide llevar a juicio a esta activista puede ser finalmente condenado hasta con catorce meses de multa.
El delito que ha cometido Jesús es informar en su blog de los pasos que iba dando Berkeley para abrir la mina de Retortillo, el pueblo que le vio nacer.
Ante la actitud de Jesús la empresa minera le sometió el año pasado a un acto de conciliación para intentar acallar su voz crítica contra este dañino proyecto. Berkeley también está detrás de la declaración de persona “non grata” para el ayuntamiento de Retortillo, su pueblo, que le concedió esa mención ahora hace un año. Ahora, con la presentación de la querella, la empresa minera ha dado un paso adelante en esa actitud de amenaza y hostigamiento a las personas que no se pliegan a sus pretensiones.
La multinacional australiana considera que el blog de Jesús le ha hecho perder dinero, que sus informaciones ponen en riesgo los 80 millones de euros que presume haber invertido en la zona. Dinero, que por otro lado, ha servido para destrozar 40 hectáreas, casi 1.800 árboles arrancados de un encinar en perfecto estado de conservación, además de dividir y enfrentar a los vecinos de pueblos de la zona.
El procurador de IU-equo, José Sarrión ha acompañado a Jesús y a sus compañeros de Stop Uranio para mostrar “que no solamente estamos para canalizar las iniciativas que hemos acometido con Stop Uranio en los parlamentos de Castilla León, el Estado Español y la Unión Europea, sino que nuestro compromiso también llega, en forma de solidaridad con Jesús Cruz, para denunciar las maniobras de Berkeley para acallar las protestas que ponen en tela de juicio su forma ilegal de proceder”, ha declarado Sarrión.
