El Grupo Racializado Antiracista de Valladolid convocó una concentración el pasado día 21 de marzo. El motivo es el de poner voz y rostro a la lucha contra el racismo rampante que, por desgracia y poco a poco, se está instalando en la sociedad de forma alarmantemente cotidiana.
Fueron, quienes sufren en primera persona esta discriminaación, las que ayer tomaron la palabra, asumiendo un papel principal y lejos de tutelas y «liberadores» de quienes, aun obrando de buena fe, no pueden llegar, solo con un discurso siempre teórico, a la médula principal del problema. Quienes viven las 24 horas con su singularidad diferente, y que por ello son sujetos de discriminación, son quienes deben tomar la voz, el resto, respetuosamente, deben estar en un segundo plano de apoyo y solidaridad.
Al racismo se le combate con educación, con cultura, pero también con lucha porque, además, Valladolid no puede ni debe ser una ciudad infectada por el delirio de la intolerancia.