El coordinador federal de Izquierda Unida ha intervenido en la Asamblea por un Nuevo Modelo Organizativo y Estatutos que se celebró en Madrid, desde donde ha señalado que “ahora nuestro proyecto es más un movimiento político y social, con más radicalidad democrática, más horizontal en la toma de decisiones y mucho más activo”
El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha defendido los cambios en el modelo organizativo de esta formación y también en sus Estatutos que se han ratificado en la Asamblea y ha valorado que su dirección impulsa esta modernización porque “los modos organizativos tienen que ir parejos con los tiempos” y, además, esta es la mejor forma de “seguir sumando gente a nuestro proyecto”.
IU ha celebrado el fin de semana, en la sede federal en Madrid su Asamblea por un Nuevo Modelo Organizativo y Estatutos. En esta reunión cerca de 250 delegados y delegadas de todo el Estado han puesto el punto y final a más de cuatro meses de trabajo para mejorar los textos propuestos y elaborar enmiendas que sitúen aún más a esta formación entre las más avanzadas en materia de organización, participación y democracia internas de nuestro país.
La semana pasada todos/as los afiliados/as que lo desearon pudieron votar el texto de la Ponencia y las enmiendas, tanto por Internet como de forma presencial. El 81,61% de quienes participaron finalmente en este proceso -en concreto 3.841 afiliados/as, lo que supone el 19% del censo- respaldaron el texto central presentado.
Los cambios que se adoptan sitúan a Izquierda Unida como una “formación radicalmente democrática, cien por cien feminista, con una clara vocación de mayoría y preparada para la confluencia y para el encuentro con otros y otras”, según las ideas que se han manejado en todo el proceso.
Garzón abundó en ellas, indicando que “estamos cumpliendo los acuerdos de la Asamblea Federal de 2016. Ahora nuestro proyecto es más un movimiento político y social, con más radicalidad democrática, más horizontal en la toma de decisiones y mucho más activo”.
Indicó también que encajar todo ello para lograr “incorporar todas las propuestas políticas” es algo que “lleva su tiempo y sus ritmos” y requiere de un “proceso de adaptación”, por lo que pidió calma y paciencia hasta conseguirlo.
Constató que IU está compuesta por un “colectivo muy complejo y muy amplio”, lo que requiere de toda la atención y la mayor unidad posible de acción con vistas a alcanzar el objetivo de “seguir sumando” más gente que se incorpore al proyecto político.
“Hay debates abiertos -apuntó- que son profundamente legítimos y necesarios. Pero los mejores mecanismos de debate y decisión son aquellos más participados por la gente y por la base social”.
Alberto Garzón analizó que hoy en día “hay más trabajos precarios con horarios inciertos que impiden a la gente comprometerse en la militancia y la organización con el mismo ritmo y de la misma manera que lo hacían en los años 80 y 90”, por lo que hay que buscar nuevas formas de participación activa “y esta Asamblea va en esa dirección”.
Puntualizó también que “no estamos hablando de cuestiones meramente burocráticas, sino de aquellas que nos conectan con la sociedad”, por lo que indicó en un tono muy coloquial que “adaptamos y engrasamos el instrumento, pero lo importante siguen siendo los objetivos políticos que queremos conseguir”.
Garzón trasladó su optimismo ante el futuro político a los/as delegados y delegadas asistentes y aseguró que “creo que estamos en el buen camino, aunque quedan muchas cosas por hacer”.
Apuntó para corroborarlo que “hace tiempo aprobamos emprender y apoyar un proceso constituyente y realizar una oposición de izquierdas”, y en este camino, antes con el Gobierno del PP y ahora con el de Pedro Sánchez, “los hechos nos dan la razón”, pese a que sería mejor para el conjunto de la ciudadanía que no se estuvieran cumpliendo algunas de las cosas sobre las que se ha advertido.
A partir de esta Asamblea Izquierda Unida profundizará en cuestiones como la obligatoriedad de que todas las decisiones se tomen por sufragio universal, la articulación de revocatorios para los cargos públicos o la existencia de primarias obligatorias realizadas a través der sistemas proporcionales.
Llega la hora también de aplicar nuevas formas de participación, más flexibles en su acción diaria y adaptadas al conflicto, para ampliar así su radio de actuación y la efectividad que demandan las familias trabajadoras y las clases populares que siguen agobiadas por los graves efectos de la crisis.
Además, se avanza hacia la consolidación de una izquierda cien por cien feminista y compatible con la vida. Los textos acordados incluyen medidas como la limitación en los tiempos de intervención para igualar la participación de mujeres y hombres, así como la garantía de que siempre haya espacios de cuidados en las reuniones para facilitar el trabajo político de las mujeres.
IU refuerza su compromiso con la igualdad con medidas muy precisas como que tanto en las actividades internas como en aquellos actos a los que se invite a miembros de la organización no se confirmará la participación si el evento no es paritario.