La quema de rastrojos y el uso de veneno, resoluciones adoptadas por la Consejería de Agricultura y Ganadería, para contrarrestar la ‘plaga de topillo campesino’ han alertado a las 13 asociaciones conservacionistas de Castilla y León, agricultores, cazadores y alcaldes; por tratarse de medidas ineficaces y costosas, que no resuelven el problema de fondo y contradicen el Catálogo propuesto por la Administración autonómica.
Ante estas denuncias, el procurador de IU-Equo, José Sarrión, ha registrado un conjunto de preguntas para respuesta escrita, con el objetivo de conocer si el ejecutivo ha contemplado otras medidas que excluyan el uso indiscriminado de veneno. “Creemos que deben adoptarse actuaciones como laboreos adecuados y preventivos, encharcamientos y vigilancia puntual, la ayuda de agentes externos como rapaces diurnas y nocturnas, la aplicación de sistemas de trampero respetuosos, etc.”
Asimismo, Sarrión ha demandado una reunión urgente entre la administración autonómica y los colectivos implicados (asociaciones de agricultores y ganaderos, asociaciones conservacionistas y ecologistas), asi como un grupo de expertos independientes “para consensuar con ellos una solución respetosa con el medio ambiente y el desarrollo del sector agrícola y ganadero”.
Las medidas adoptadas en 2007 demostraron que el uso indiscriminado del veneno en los campos de la Comunidad generó enormes desequilibrios en las poblaciones de seres vivos. En este sentido, el procurador demanda conocer la existencia de informes de anteriores actuaciones contra la plaga de topillo y una valoración del resultado tanto en el uso del veneno, como el de la erradicación natural de la plaga. “Diversos informes científicos, desoídos por la administración autonómica, desaconsejan el uso de veneno para la plaga de topillos”.
Finalmente, las asociaciones conservacionistas han acordado presentar diferentes medidas legales contra las quemas y el uso de la bromadiolona, así como la elaboración de un documento que recoja apoyos en contra de estas medidas.
